Con mucho sudor, El Pozo de Giustozzi se mete en la Final de UEFA.
El equipo conducido por el argentino Diego Giustozzi trabajó, y mucho, para poder pasar a la final. Venció al Tyumen de la super liga rusa por un gol de diferencia, un ajustado 2-1.
El conjunto español fue quien comenzó ganando el partido en el minuto 15´gracias a Rafa Santos, autor del gol, y tuvo que resistir el juego de arquero que propuso el conjunto ruso por los minutos que restaban hasta el descanso.
Ya en el segundo tiempo, sobre los 25 minutos de juego, el capitán de Tyumen puso el 1 a 1 del encuentro, lo que advertia que iba a ser una jornada difícil para los de Murcia hasta los segundos finales de juego.
Sin bajar los brazos, el pozo seguía yendo al ataque y, tras un saque de banda que pudo conectar Alberto Garcia a los 32´de juego, casi debajo de los tres palos, se volvió a poner en ventaja. Era el 2-1 para el Pozo.
Los 8 minutos restantes fueron de sufrimiento. Todo el ataque de los rusos se centró en la superioridad númerica con arquero en movimiento. Con una defensa de los españoles que pocas veces pudo ser desbordada pero que deseaba que el reloj marcara el final.
Fue un partido que mantuvo la insertidumbre hasta el final y que por la mínima, premió a los españoles.
El equipo conducido por el argentino Diego Giustozzi trabajó, y mucho, para poder pasar a la final. Venció al Tyumen de la super liga rusa por un gol de diferencia, un ajustado 2-1.
El conjunto español fue quien comenzó ganando el partido en el minuto 15´gracias a Rafa Santos, autor del gol, y tuvo que resistir el juego de arquero que propuso el conjunto ruso por los minutos que restaban hasta el descanso.
Ya en el segundo tiempo, sobre los 25 minutos de juego, el capitán de Tyumen puso el 1 a 1 del encuentro, lo que advertia que iba a ser una jornada difícil para los de Murcia hasta los segundos finales de juego.
Sin bajar los brazos, el pozo seguía yendo al ataque y, tras un saque de banda que pudo conectar Alberto Garcia a los 32´de juego, casi debajo de los tres palos, se volvió a poner en ventaja. Era el 2-1 para el Pozo.
Los 8 minutos restantes fueron de sufrimiento. Todo el ataque de los rusos se centró en la superioridad númerica con arquero en movimiento. Con una defensa de los españoles que pocas veces pudo ser desbordada pero que deseaba que el reloj marcara el final.
Fue un partido que mantuvo la insertidumbre hasta el final y que por la mínima, premió a los españoles.