La brecha crece y crece y, para colmo, la pandemia y la suba de contagios no ayuda.

La distancia entre divisionales es cada vez más grande

Hace algunos meses AFA presentaba un “plan estratégico” para el desarrollo del futsal en nuestro país a nivel federal, con supuesta participación de todos sus actores en dicho proyecto. En su documento valida el crecimiento exponencial del deporte respecto de la totalidad de clubes, los géneros de participación, la cantidad de jugadoras y jugadores, y por su puesto no se olvida de mencionar el broche de oro con la famosa frase del número uno de la federación: “Este deporte, en el peor momento de la crisis institucional de AFA, trajo un título mundial”.

Hablando de federalismo, también, hace tiempo se viene instalando en el ambiente la idea de llevar formación al interior del país en materia de entrenadores, preparadores físicos, de dirigentes y de jugadoras y jugadores. Pero la brecha no se corta y los jugadores siguen mirando hacia Buenos Aires en busca de competitividad y “profesionalismo”. Esta oquedad en el discurso no solamente se da a nivel federal. Si miramos un poquito a las divisionales que están 1 o 2 escalones por debajo en los torneos de AFA nos daremos cuenta que las estructuras están tambaleando y que las posibilidades no son iguales para todos.

La pandemia vino a tirar al campeón a la lona en el primer Round– si se me permite el término del boxeo- y esperemos que en el segundo round no nos mate por Knock-Out. Claro está, lo más importante en la pandemia es la salud. Pero nadie, ningún actor del deporte puede decirnos que no nos desnudó por completo.

Pasitos atrás recordamos los torneos transición de la A y la B con Boca y Newell’s como campeones de sus respectivas divisiones y la no participación de los equipos de la C y la D. Esta semana, tras el decreto del Gobierno Nacional 241/2021, y luego de las idas y vueltas, blancos y negros… se decidió parar por 15 días al deporte en el AMBA, en todas sus divisiones.

El problema pasa por las estructuras en todo sentido, la profesionalización está en camino, pero debemos ser cuidadosos y pensar en el cómo. Todos los actores quieren la profesionalización del deporte… o al menos jugadores y entrenadores ¿Pero qué costos queremos pagar? ¿Queremos una super liga con 10 equipos competitivos y “60” sobreviviendo a la deriva? ¿Por qué “algún” equipo están dentro del departamento profesional de fútbol y la mayoría de los afiliados a AFA no? ¿Será que pertenecer a la elite tiene un costo deficitario? ¿Cuánto gana un jugador y entrenador en la A y cuánto en de la D? ¿Cuánto pagan de canon, de arbitrajes, de médico y de seguridad los clubes?

Gentileza de theworldnews.net

Estos son algunos de los problemas que tenemos hoy en el futsal argentino y las preguntas a las que debemos ponerle respuesta – La no determinación del deporte como Aficionado, Amateur o Profesional y los grises hacen a la diferencia rotunda con otros deportes y a sus medidas- pero para ello debemos esperar a que culmine el año 2025.

Pareciera que la ayuda que AFA le otorga hoy a los clubes “invitados” no alcanza y hay muchos equipos que verdaderamente hacen malabares.

Ustedes colegas, jugadores, dirigentes, lectores todos…  ¿Como viven este fenómeno llamado profesionalización y donde creen que están los mayores retos y/o problemas?…

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