“Para mí el futsal es completamente un estilo de vida”, dice Alejandra Argento, jugadora y ahora reciente entrenadora del equipo femenino de la Jasnagora. Con paso por la Selección y amplia experiencia en Italia, la mendocina busca explorar nuevos rumbos con el propósito de extender sus conocimientos en este nuevo desafío como entrenadora. Futsalargentino.com habló con Argento para conocer más acerca de sus primeros pasos en este nuevo rol, cuáles son sus motivaciones y objetivos a futuro.

Mientras algunos deportistas se centran en su totalidad en su carrera deportiva, otros, ya van planificando los pasos a tomar para seguir en la disciplina, pero desde otro lugar. Los miedos, las incertidumbres, las dudas, suelen visitar los inconscientes de los futuros entrenadores. Esas personas que deciden dar un paso más allá y recolectar todos sus conocimientos para traspasarlos a sus dirigidos. En el caso de Alejandra Argento, el desafío es doble. No solo tendrá la tarea de dirigir al equipo femenino de la Jasnagora en Italia, sino que también seguirá escribiendo más páginas en su carrera como jugadora.

Cada entrenador tiene un perfil diferente que se forma de acuerdo al propio carácter y a las circunstancias del contexto. ¿Cómo se describe Alejandra Argento y qué la llevó a ser entrenadora? “Ya como jugadora me caracterizo por ser muy altruista, me gusta ayudar a mis compañeras y siempre tuve como uno de mis valores principales el de la solidaridad. Elegí la carrera de profesora de educación física justamente porque me gusta la formación. Y hace unos años me dije, ¿por qué no especializarme en el futsal? Así que mientras jugaba hice el curso de nivel inicial en Italia y luego el de primer nivel. Poco a poco y un paso a la vez. Aun no me retiro como jugadora, pero acepté el nuevo rol por varios motivos. Por ahora tengo el doble rol, pronto tomaré la decisión. Lo único que puedo decirte en este momento es que la pasión es la misma pero la responsabilidad se triplica”.

Los primeros pasos en este nuevo rol para la mendocina fueron diferentes y, por lo tanto, necesitaron de una especialización un tanto más estudiada. Comenzó como entrenadora del Vicenza Calcio Amputati, equipo masculino de futsal para amputados. “Hace un año y medio en mi temporada en el Veneto conocí a Anna Milano, responsable directa de un famoso restaurante en Vicenza, vice presidenta del Club Vicenza Calcio Amputati y seguidora apasionada de fútbol y futsal. En una conversación le comenté mi deseo de comenzar mi camino como entrenadora en categorías masculinas/femeninas de futsal. Al regresar de la Copa América en Paraguay con la Selección, vine a cenar a su restaurante y me preguntó: “¿te sentís capaz de entrenar a los chicos amputados?” Mi respuesta fue inmediata. Le dije que sí, que me encantaría y que me iba a poner a estudiar la disciplina. Me capacité estudiando sola la biomecánica de la carrera con muletas y el resto en el campo con ellos. Las herramientas las fui encontrando con ellos. Después de todo, son siempre los jugadores los que te marcan el camino a seguir, ¿no?”. Su desempeño fue más que satisfactorio, realizando una muy buena Champions League (quedando en tercer puesto), en la cual se la reconoció como la mejor entrenadora de la competencia.

Una vasta experiencia en su faceta como jugadora sumado a sus conocimientos en la educación física parecen darle las herramientas necesarias para realizar una buena tarea, sin embargo, Alejandra considera a este trabajo como un aprendizaje constante. “Personalmente puedo decirte que como jugadora creía tener un contenedor técnico-táctico bastante amplio, pero confieso que cuando arranque a estudiar, además de tener mi mente súper abierta, adquirí muchos más. Cada entrenador tiene su identidad y seguramente con los años se va formando aún más, yo considero tener la mía y ahora solo me tocará -como lo hice y lo sigo haciendo aún con los chicos amputados- adaptarla a las características de las atletas de la categoría y del club. Poco a poco y con paciencia”.

Los desafíos siguen presentándose y, además de su labor en el Vicenza, ahora también prestará sus servicios al equipo femenino de la Jasnagora en lo que será su participación en el campeonato A2 de Italia a partir del 1 de Julio. “Cuando me contactó la Jasnagora diciéndome que las mismas jugadoras habían dado mi nombre al presidente para guiarlas, sonreí y me puso muy feliz. Tengo compañeras y amigas en el equipo y sabía que habían perdido un poco la motivación como hace algunos años me pasó también a mí. Acepté el doble rol de jugadora/entrenadora para probar la experiencia y ver si realmente es el camino que quiero seguir. Dentro de mis valores no existe la posibilidad de que un entrenador ocupe el rol de jugador, pero intentaremos llevarlo adelante lo más profesionalmente posible. Ascender sería un objetivo muy importante, pero vamos paso a paso también aquí. El objetivo principal es crear una identidad que nos lleve a competir lo más alto posible. Tenemos jugadoras jóvenes y con poca base, por lo que será un trabajo bastante detallado”.

Una vida dedicada al futsal. Vistió la camiseta argentina desde 2008 hasta 2019, participando del mundial de España 2008 y Colombia 2013, además de su segundo lugar en la Copa América de 2019. En Europa, su participación en clubes también fue numerosa: Poggiomarino, Islotto, Sinnai, Lazio, entre otros. Sin embargo, esa etapa como jugadora se va cerrando lentamente para darle lugar a una auspiciosa nueva era como entrenadora. ¿Cuáles son sus metas? “Sinceramente no me he puesto un objetivo máximo a cumplir. Para mí el futsal es completamente un estilo de vida y no me va a importar ni el nivel, ni la nación, ni el sexo. Obviamente, y lamento decirlo, gratis es complicado, por lo que también me tocará siempre evaluar las ofertas”.

Por Belén Medina.

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