Con goles de Tomás Pescio (x2), Galle Rodríguez y Gerardo Menseguez, el Ciclón derrotó 4-3 a Carlos Barbosa. Así, se convirtió en el primer equipo argentino en levantar el trofeo más importante de América a nivel clubes. El futsal argentino, nuevamente en lo más alto.


El capitán y emblema, Damián Stazzone, levanta la primera Copa Libertadores para San Lorenzo. Foto: @LibertadoresFS.

San Lorenzo escribió una nueva página para el futsal argentino. En Uruguay, el Ciclón levantó la Copa Libertadores por primera vez en su historia, y también en la historia del deporte nacional. Además, cortó la hegemonía brasilera (Carlos Barbosa llegaba como tricampeón) y es el segundo vencedor del certamen que no es de dicho país (el anterior había sido Cerro Porteño en 2016). Para la estadística, quedarán enmarcados los autores de los goles: Tomás Pescio, en dos ocasiones, Galle Rodríguez y Yaya Menseguez. Pero la verdadera figura del partido, y del torneo, fue todo el elenco de Boedo.

Orgullo. Ese es el sentimiento que emana de cada persona que forma parte del futsal argentino. San Lorenzo escribió esta tarde-noche una de las páginas más ricas para la disciplina nacional. Porque no solo será el primer equipo que traerá la copa para Argentina, sino que volvió a demostrar que el futsal argentino está a la altura de cualquier potencia en este deporte. En 2016 venció a Portugal y Rusia, y en 2020 y 2021 a Brasil. San Lorenzo, y Argentina, campeones de la Copa Libertadores.

En relación al partido, el primer tiempo de San Lorenzo fue casi perfecto. Intenso en la presión, administrando bien la pelota en los momentos de posesión y siendo eficaz en cada ataque, se fue al descanso 3-1. Abrió la cuenta Tomas Pescio, uno de los jugadores que más creció en el Cuervo en el último tiempo. Cinco minutos más tarde, Murilo puso el empate, pero, casi de inmediato, el fueguino puso nuevamente a su equipo arriba en el marcador. Sobre el final de la primera mitad, el Galle Rodríguez anotó el tercer tanto de su equipo, logrando un 100% de eficacia en remates personales desde la sexta falta.

En el segundo tiempo, el panorama para San Lorenzo fue otro. En una ráfaga de tres minutos, Carlos Barbosa había llegado a la igualdad en el marcador. Pedro Rei y Dener fueron los autores del segundo y tercer gol, respectivamente, del conjunto brasilero. Las distracciones y la fortuna del rival, que anotó un tanto de carambola y uno sobre las piernas de Steccato, llevaron a que el equipo de Luciano Antonelli tuviera que disputar diez minutos más en el tiempo extra.


Los seis goles del tiempo reglamentario: Pescio x2 y Rodriguez, para San Lorenzo; Murilo, Pedro Rei y Rener, para Carlos Barbosa.

Diez minutos más donde se vio lo que representa este San Lorenzo: juego y garra. Gerardo Menseguez, quien previo al inicio de la Copa Libertadores habló con FUTSALARGENTINO.COM y dijo que iban a “hacer historia”, fue el héroe de la jornada. Yaya, quien no había podido plasmar su mejor juego en el torneo, anotó el 4-3 con un golazo de volea tras la salida de un córner (fue el décimo tanto del Ciclón de pelota parada en el certamen -de quince que marcó-). Después de la ventaja, solo quedó tiempo para defender y sufrir, para luego poder festejar.


El gol del campeonato: la volea de Gerardo Yaya Menseguez.

La emoción en jugadores, cuerpo técnico y allegados de San Lorenzo, fue la misma sensación que sintió todo el futsal argentino tras el pitazo final. El Ciclón ganó 4-3 y se quedó con la Copa Libertadores. Pudo dejar atrás la frustración de 2019, cuando quedó eliminado en cuartos de final en el Pando, y rompió con la hegemonía brasilera. Orgullo argentino. Boedo será el primer barrio nacional que conocerá la copa.

Por: Manuel Bastos Gonzalez.

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